viernes, 24 de septiembre de 2010

THINK Nº 3: ¿Puedo comprarme una empresa?

Os hago llegar este artículo de expansión de hoy Jueves. Me ha parecido muy acertada su definición de las características que debe tener una persona para ser empresaria y la escasez existente actualmente de personas que reúnan dichas características.
En el artículo sobre ¿Puedo comprarme una empresa?, me decía un lector: “desde la universidad hasta el más rimbombante de los masters a los ejecutivos nos forman básicamente para una cosa: ser funcionarios de la empresa privada. Nada más”.
Me parecieron palabras muy inteligentes, pues este lector tiene mucha razón.
Sin embargo, hay un montón de oportunidades ahí fuera y mucho dinero dispuesto a respaldar a buenos directivos que quieran capturarla. No solo pasa en las películas, tú puedes ser dueño de tu destino y comprarte una gran empresa.
Lo primero que necesitas es creértelo. Si eres un directivo preparado y tienes audacia, la oportunidad está ahí, esperándote.
Hay muchas posibles operaciones que no se llegan a realizar porque a los directivos les falta la visión o imaginación para crearlas, dejan pasar el tren de su vida sin apenas darse cuenta de que estuvo ahí. Como decía Louis Pasteur: "La oportunidad solo favorece a las mentes preparadas".
Muchas personas piensan que los empresarios tiene un toque mágico del que ellos carecen, eso es falso, sin duda se requieren unas características personales que a continuación describo, pero sobre todo se requiere determinación: quieres ser propietario de tu empresa y vas a por ello, a pesar de lo que piensen en tu entorno o de que te digan que para ti es imposible.
Para ser empresario tienes que aspirar a ser independiente, y soñar con utilizar al máximo tus talentos para construir un futuro mejor para ti, para los tuyos y para los demás.
Eso sí, antes de lanzarte a esa aventura, es fundamental que analices tu forma de ser y veas si tienes (o puedes adquirir) las características de un empresario.
Conviene que te hagas una serie de preguntas para ver si realmente te encaja ese camino: ¿Soy una persona que acepta entornos inciertos? ¿Me gustan los retos? ¿Soy ambicioso? O tal vez prefiero un entorno estructurado, con rutina, en el que las sorpresas sean pocas.
La característica principal de un empresario es su Alta Motivación, un empresario no solo tiene que estar él muy ilusionado, debe ser capaz de motivar a los demás. Tiene la certeza del éxito y la transmite a los demás.
Te adelanto que el deseo de “forrarse” no suele ser un buen motivador para el éxito como empresario. El empresario que triunfa es aquel que quiere hacer algo diferente, crear algo especial, cambiar de alguna manera el mundo. Es el que tiene un sueño muy distinto al del dinero, quiere servir. Como decía Peter Drucker: "El beneficio es un coste de hacer negocios. Lo necesitas para crecer".
Otra característica necesaria es la capacidad de adaptación, ser empresario requiere flexibilidad, aprender a girar la organización sobre la marcha y en función de los aprendizajes que enseñan los acontecimientos.
Deseoso de aprender cosas nuevas. El empresario tiene que llevar diferentes sombreros: vendedor, director de logística, director de producción, contable, etc. No se trata de ser un experto en cada una de las áreas, pero si debe interesarse por su funcionamiento y sus claves para poder dirigir adecuadamente toda la organización y no cometer errores de bulto.
Capacidad mental de asumir riesgos. La decisión de comprar una empresa es por un lado excitante, pero por otro asusta. No todo el mundo tiene el temperamento suficiente para vivir en un entorno de incertidumbre. Ten presente que lo verdaderamente nuevo ni gusta ni disgusta, asusta.
Capacidad de crear confianza. Tendrá que confiar en ti el vendedor, tus socios financieros si los necesitas, los empleados y los bancos que te presten dinero. En los negocios, las relaciones humanas son centrales. Los empresarios de éxito crean las condiciones para "tener suerte" desarrollando relaciones con gente relevante que les ayudarán. Para crear confianza, la honestidad es clave y la honestidad es como la virginidad, su valor está en que es irremplazable.
Creatividad: la buena gestión es el arte de hacer los problemas tan interesantes y las soluciones tan constructivas que todo el mundo quiere trabajar y hacer negocios contigo.
Te recomiendo que antes de lanzarte a comprar una empresa analices los rasgos de tu personalidad y tus objetivos en la vida, no te vayas a equivocar y te metas por un camino erróneo y amargo para ti, pues ser empresario no es nada fácil, es una travesía que resulta apasionante para determinadas personalidades y un infierno para otras.
Esta oportunidad no es para todo el mundo, hay personas que están muy bien realizando su trabajo por cuenta ajena y no sienten atractivo ni se ven entrando en aventuras desconocidas.
Eso sí, si tienes madera de empresario sigue el consejo de Thoureau: "Si has construido castillos en el cielo, no tiene por qué perderse tu trabajo; ahí es donde deberían estar. Ahora pon los cimientos debajo de ellos".
Just Think.

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